Si a su perrito se le empieza a caer el pelo, se muerde las patitas, tiene tos o estornudos, lo más probable es que sea alérgico. Sí, como lee. Los perros también pueden padecer estas molestias al igual que los seres humanos.
Se estima que entre un 20 y un 30% de la población canina es alérgica a sustancias tan comunes como la inhalación del polen, flores, pasto, polvo, ácaros y moho, sustancias que se ven incrementadas en primavera y comienzos del verano.
¿Cómo podemos determinar si nuestra mascota es alérgica a estos factores?
Los problemas alérgicos suelen empezar a manifestarse cuando el animal es aún joven, generalmente a partir de los dos años, la irritación causada puede ser tan marcada, que el animal se lame y muerde con insistencia, agravando tanto la inflamación como el prurito y las lesiones en la piel. En estos casos, las zonas más afectadas del animal son el abdomen, axilas, parte interior de los muslos, orejas y zona perineal.
Algunos síntomas que nos indican que la mascota está ante un cuadro alérgico a la primavera es el lagrimeo en los ojos, dermatitis alérgicas, tos, frecuentes estornudos y la presencia de mucosidades claras, incluso el animal puede presentar problemas algo más graves, como el asma, asfixia y en ocasiones, o en casos más severos y menos frecuentes, la pérdida de conciencia o desmayo. Este trastorno constituye una urgencia veterinaria.
Catherine Soto, médico veterinario del Laboratorio Drag Pharma, explica que todas las alergias son consideradas como potencialmente graves. “Es justamente durante el verano cuando se concentra el mayor número de pólenes y surgen las reacciones más severas ante estas sustancias. Las razas más predispuestas a padecer este tipo de alergia primaveral son Bichon Frise, Poodle, Dálmata, Golden Retriever, Maltés, Setter Irlandés, Pastor Alemán, Schnauzer, Setter Irlandés, Shar – pei, West Highland White Terrier y Yorkshire Terrier”, aclara.
El calor del verano provoca que eclosionen los huevos de pulgas y garrapatas provocando fuertes dermatitis alérgicas, pues la saliva de la pulga contiene una sustancia parecida a la histamina. Sus secuelas son lesiones costrosas, alteraciones seborreicas, caída de pelo y daños resultantes de los lamidos y rascaduras. Estas lesiones suelen confundir a los propietarios quienes piensan que sus mascotas pueden estar afectadas con sarna o tiña, ya que las lesiones son muy parecidas.
Pero no se preocupe, ya que existen en el mercado alternativas que atacaN el sistema nervioso central de los parásitos, éstos se hiperexcitan y mueren. A diferencia de otros insecticidas, sólo ataca al sistema nervioso de los parásitos y no el de los mamíferos. Se puede utilizar en cachorros y gatitos desde los dos días de vida, también se puede aplicar en perritas o gatitas preñadas o que estén amamantando”, añade Catherine Soto
La veterinaria recomienda “estar atento a los síntomas de la mascota para consultar a un especialista, éste se encargará de buscar la causa y entregar en base al diagnóstico correcto la terapia de mantención. También, el dueño de la mascota debe proveer al animal una alimentación sana y nutritiva, un lugar apropiado para vivir y un ambiente limpio y aireado. Estos tres elementos deben ser tomados en cuenta, pues son factores decisivos en la prevención de las alergias.”